viernes, febrero 25, 2005



Un cuento Americano (parte 2)Estando en el establecimiento al que llamaremos Embajada noto que todo el personal que ahí laboraba era mexicano, hasta donde se encontraban unas ventanillas tipo bancarias (o más protegidas aún) en donde se encontraba el personal gringo a los que llamaremos “consules”. Pero no era tan fácil; después de pasar el detector de metales, una inspección minuciosa en donde le quitaron los objetos peligrosos que portaba como: celulares(mortales) palm (letal) y hasta el peligrosisimo cinturón se entendía ya que en alguno de estos artículos podía venir escondido un dispositivo nuclear. Después de esto paso a una ventanilla por un número (sosteniendo sus pantalones con una mano) y paso a otra enorme fila, ahí llego con la persona que lo ficharía (nótese que no puse entre comillas ficharían por que realmente lo fichan) y ahí le dieron OTRO número para esperar otra vez por horas en estas dos últimas esperas ya estaba sentado pero no por eso eso eran menos desesperantes . Por fin llegó el momento de la verdad, ante el cónsul; esta persona que protegida por el cristal antibalas y hablando por un intercomunicador pidió uno de los tantos documentos que piccolo llevaba para que en un par de minutos y sin mas justificación sellara su pasaporte diciendo:”la siento leyes de inmigración on estados unidas son moy estrictas na podemos darla la visa”; y sin la menor inmutación pidiera que pasara la siguiente persona en la fila con la mayor prepotencia imaginada trunco los planes de nuestro amigo piccolo.

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